Esta pregunta me la hice yo hace muchos años, y de hecho recuerdo la primera vez que tuve conciencia de querer ser piloto. Siendo un niño apenas, de pie junto a mi padre y con la cara hundida en la malla ciclón del aeródromo de Guápiles (MRGP), vi como empezaba a girar la hélice de un gran avión amarillo, el cual pocos minutos después se disparaba por la pista para elevarse y bailar en el cielo mientras fumigaba las plantaciones de banano de la zona. Era lo más increíble que había visto, y supe que un día sería piloto. Supongo que en algún momento le comenté a mi padre que quería ser piloto, porque me acuerdo perfectamente cuando me dijo que él siempre había querido aprender a volar, pero era muy caro. En retrospectiva, si es caro, pero vale la pena cada sacrificio para tener este tipo de "oficina":
Panamá, 2018.
Luego de obtener mi licencia de instructor de vuelo, esta pregunta me la hicieron padres de familia, alumnos, entidades de educación superior, entidades bancarias, y personas simplemente curiosas. Después de ya varios años ligado a la aviación, y de haber recorrido varios caminos, mi respuesta sigue siendo la misma: depende!
Resulta que estamos acostumbrados a lo que nos presentan las carreras universitarias, con opciones para salir de la educación media y saltar a la educación universitaria con horarios bien establecidos, un plan de estudios definido por años, objetivos claros, algunas veces becas y hasta financiamiento. En aviación no es tan claro el camino a seguir, y para mi escoger un camino adecuado depende en gran parte a lo siguiente:
- Hay que tener por lo menos una idea de cuál es la razón para estudiar aviación! Ser piloto privado o comercial es la primera gran pregunta. Ser piloto privado tiene enormes satisfacciones y responsabilidades, y ya sea por placer o por facilidad de desplazamiento, miles de personas en el mundo son pilotos privados y dueños de sus propias aeronaves. Si ser piloto privado es la meta, cursar en una escuela orientada por ejemplo a preparar pilotos de aerolínea no tiene mucho sentido.
Ejemplo de una clase de instrucción de vuelo, aproximando para aterrizar.
- Si la respuesta al punto anterior es ser piloto comercial, ahora hay que saber en qué se quiere trabajar. Aeroaplicación, vuelos tipo charter, instructor de vuelo, piloto de aerolínea, piloto ejecutivo, piloto para el gobierno, operaciones de carga y transporte, apagar incendios, etc. Las opciones para trabajar son muy variadas, y como dice el dicho: para gustos colores. Conocer a donde se quiere llegar, puede ayudar mucho a escoger el lugar donde estudiar. El objetivo es buscar un curso que sea enfocado desde el inicio a la meta que se desea. Por ejemplo estudiar en una escuela que no tiene aviones con tren de aterrizaje tipo patín de cola no es lo ideal si se quiere una habilitación de este tipo para poder fumigar. Una nota de advertencia (y que no digan que no los advertí): no crean que los gustos siempre van a ser iguales, no faltan los que creen que quieren fumigar y terminan en una aerolínea y viceversa, no faltan los que creen que solo quieren ser piloto privado y deciden hacer un giro radical en sus vidas para poder dedicarse 100% a volar, todo esto es posible y es parte de lo hermosa que es esta profesión.
Aproximación de un avión 737 con lluvia y baja visibilidad, 2018.
- El último paso es conocer escuelas, conversar con alumnos activos de las escuelas, pedir planes de estudio y costos, investigar acerca de los instructores, las aeronaves para instrucción, los equipos instalados, el mantenimiento, etc. Con esa información es más sencillo tomar una decisión informada de la mejor opción para estudiar y cómo financiarla.
Básicamente hay dos tipos de escuelas de aviación. Existen las escuelas pequeñas, casi hogareñas, donde el plan de estudio es un poco más relajado, las clases de teoría son una o dos veces por semana, y por lo general los estudiantes vuelan de igual manera un par de horas a la semana. Por otro lado están las escuelas enfocadas a un entrenamiento más estandarizado, en las cuales básicamente se estudia teoría y vuelo en un régimen a tiempo completo 6 días a la semana. Es de esperar que estas escuelas completen el silabo de estudio en mucho menor tiempo que las escuelas pequeñas. Esto no quiere decir que por regla sean mucho mejor las escuelas "intensivas", pero por lo general si están más enfocadas a cumplir metas y son bastante más rigurosas y disciplinadas. En parte es por este motivo que dichas escuelas por lo general tienen convenios con aerolíneas para colocar a sus estudiantes tan pronto terminan sus estudios.
Un último punto a considerar es la geografía. Si se desea volar en Norte América, por ejemplo como piloto ejecutivo, obvio hay que tener un buen manejo del idioma inglés, en incluso estudiar desde un inicio en esas latitudes puede ser bastante más adecuado que estudiar en Centroamérica. Otro ejemplo es si se quiere trabajar localmente con vuelos turísticos. En este caso para el futuro piloto puede ser más valioso estudiar en Centroamérica y ganar experiencia con el clima y las pistas de aterrizaje, que estudiar en Norte América y luego tener que aprender a volar en su país de origen. De igual manera es indispensable tener un segundo idioma, para poder comunicarse efectivamente con los clientes y poder ofrecer un mejor servicio.
Vuelo sobre la entrada al Canal de Panamá, 2018
En definitiva, la persona que quiere iniciar sus estudios en aviación, tiene que tener cuidado y escoger el régimen de estudio que pueda manejar, considerando sus metas, capacidades de tiempo y economía. Estoy seguro que si la aviación la lleva en la sangre, tomar la decisión correcta no va a ser tan complicado después de todo!